Todos los medicamentos que usamos tienen efectos secundarios que eventualmente podrían presentarse en el curso de un tratamiento. Muchos de ellos son realmente raros y podríamos decir que casi nunca ocurren. Sin embargo, el fabricante está obligado a poner la advertencia en el producto. Si nos preocuparamos por todas las contraindicaciones descritas en la caja de un medicamento o por las halladas en una búsqueda en Google, seguro no consumiríamos ningún fármaco. Aquí es donde es importante considerar la recomendación médica, pues una prescripción está basada en la relación riesgo beneficio de un tratamiento. Caso diferente ocurre cuando el paciente se automedica.
En este post vamos a describir los efectos pulmonares más frecuentes de los medicamentos más usados.. Sin duda se nos escapan más, pero en ese caso usted puede complementar esta información en los comentarios al final.
1. Beta bloqueadores. Son una clase de medicamentos usados en el tratamiento de la hipertensión, de algunas otras condiciones cardíacas como la cardiopatia isquemica, el glaucoma y la migraña. Actúan uniéndose al receptor beta adrenergico en muchas células del organismo. Y es su mecanismo de acción la causa de los problemas respiratorios pues en los bronquios los receptores beta adrenergicos se encargan de causar dilatación del musculo liso bronquial, por lo que su uso en pacientes con asma es inapropiado. Pueden causar la aparición de crisis y hacer más difícil el control de la enfermedad. En pacientes con EPOC la situación no es tan preocupante y si es posible usarlos, teniendo en cuenta en escoger los que tienen mejor perfil de selectividad cardíaca: bisoprolol, nevibolol y metoprolol. El sufijo LOL permite identificarlos.
2. Anti inflamatorios no esteroideos. Son unos fármacos frecuentemente usados en el tratamiento del dolor y la inflamación. El problema es que al bloquear una vía muy particular de la inflamación promueven otra que ocasiona broncocostriccion y producción de moco empeorando el control del asma. Esa es la razón por la cual para el control del dolor en nuestros pacientes con asma recomendamos solamente acetaminofen. Obviamente hay situaciones en que a pesar de estar contraindicados, hay que usarlos, como es posible. Ej el caso de la aspirina en un paciente asmático con cardiopatia isquemica y un stent coronario reciente. Si el asma no es grave, eventualmente puede usarse bajo estricto seguimiento. El montelukast puede ayudar a mejorar la tolerancia.
3. Otros medicamentos. El antiarrtimico amiodarona, ampliamente usado, puede causar neumonitis intersticial y fibrosis pulmonar, lo mismo que el metotrexate, un medicamento usado para tratar enfermedades reumatologicas. Menos frecuentemente, el antidepresivo Sertralina o el antibiótico nitrofurantoina también pueden hacerlo. En general, muchos medicamentos pueden causar neumonitis intersticial y siempre que se esté evaluando un paciente con este síndrome se debe hacer un análisis detallado de los antecedentes farmacológicos. Otros medicamentos pueden causar derrame pleural. También se ha descrito casos de hipertensión pulmonar asociada a medicamentos anorexígenos.
En razón a lo anterior, es importante que médicos de otras eespecialidades como cardiologos u oftalmologos conozcan los antecedentes respiratorios y viceversa, pues algunos tratamientos respiratorios pueden empeorar condiciones como el glaucoma, por ejemplo.
Nunca será suficiente insistir en lo contraproducente que puede ser la auto medicación. Siempre lo más prudente es consultar con un médico.
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