Es una enfermedad infecciosa causada por el Bacilo de Koch o micobacterium tuberculosis y que está ampliamente distribuida en el mundo y que en Colombia como en otros países es un problema de salud pública. En el mundo mueren cerca de 8 millones de personas cada año como consecuencia de ésta enfermedad.
La tuberculosis no es necesariamente una enfermedad de la pobreza, si bien es más frecuente en grupos en desventaja social, cualquier persona puede estar en riesgo de contraer la enfermedad. Para todos los gobiernos la tuberculosis es objeto de programas especiales de detección y vigilancia por el potencial contagio pues se calcula que por cada paciente nuevo hay otros catorce que se han contagiado por el bacilo. La vía principal de contacto es la vía inhalatoria a partir de aerosoles dispersados por la tos de un paciente sintomático. Una vez el bacilo tuberculoso llega a los alvéolos el sistema inmunológico a través de los linfocitos identifica la infección y dependiendo del sistema de defensa del paciente se produce la respuesta. En el 95% de los pacientes la infección es controlada y se forma un pequeño nódulo que atrapa al bacilo y que con el tiempo se calcifica. Durante este período también puede haber diseminación a otros órganos y que también es controlada por el sistema inmunológico, sin embargo a veces esto no ocurre y en pacientes susceptibles aparecen infecciones progresivas en los pulmones, médula osea, hígado o sistema nervioso que son potencialmente mortales y requieren de atención rápida.
En los pacientes que controlaron la enfermedad al inicio, años después si las defensas del organismo bajan por alguna razón la tuberculosis se puede reactivar y causar la enfermedad afectando principalmente los pulmones, aunque este no es el único órgano afectado. Puede haber compromiso también de bronquios, meninges, laringe, pericardio, oídos, riñones, huesos, próstata, endometrio, trompas de falopio, etc. La enfermedad se diagnostica identificando o cultivando el Bacilo de Koch en secreciones corporales, esputo principalmente. La comprobación de la enfermedad es fundamental para iniciar el tratamiento. Actualmente se dispone de medicamentos efectivos para tratar la enfermedad con una tasa de éxito de cerca del 95%. Sin embargo, con la aparición de la infección por VIH, que puede coexistir en muchos pacientes, han aparecido cepas resistentes a varios medicamentos y esto ha hecho que en pacientes infectados por tuberculosis multidrogoresistente la mortalidad por la enfermedad se acerque a las cifras observadas antes de tener el tratamiento farmacológico disponible. El diagnóstico precoz y masivo de la enfermedad es fundamental para cortar la cadena de transmisión, reducir la mortalidad y reducir el sufrimiento humano ocasionado por la enfermedad. Pacientes con tos de más de 15 días de evolución deberían consultar con su médico para iniciar el proceso de búsqueda de la enfermedad.
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