Reflexiones post pandemia de coronavirus SARS-COV-2 (COVID-19)

Al momento de escribir estas líneas han pasado tres años desde el inicio de la pandemia, más de 700 millones de infectados en el mundo y 6.5 millones de muertos. En Colombia, hasta que nos cansamos de contar, habíamos tenido más de seis millones de casos diagnosticados y ciento cuarenta y un mil muertos, aunque se presume que las cifras puedan ser mayores.

Los laboratorios trabajaron arduamente para producir vacunas contra un virus desconocido en un tiempo record. Un año costó desarrollar la primera y otros meses mas empezar a vacunar a las personas. La distribución de las vacunas no se hizo con principios de equidad y hubo países que acapararon vacunas y compraron hasta cinco veces mas la cantidad de dosis que necesitaban. Los paises establecieron protocolos de vacunacion por prioridades, dependiendo de la probabilidad de morir por el virus. Algunas personas se saltaron la fila, otras murieron esperando una vacuna que ya estaba disponible y otras se declararon enemigas de las vacunas y se negaron a vacunarse. Hubo mucha desinformación y cadenas falsas en Whatsapp y en redes sociales. La vacunación fue lenta los primeros meses.

 Cuando la gente se enfermó, muchos pacientes, unos temerosos, otros negacionistas y antivacunas, optaron por no buscar ayuda en hospitales. Quienes tenían recursos económicos llevaron a sus casas el recurso humano, ya fuera en forma presencial o mediante el uso de la telemedicina e improvisaron salas de cuidado respiratorio en sus hogares. Y muchos sobrevivieron. Otros murieron en sus casas a pesar e ello o incluso no recibieron atención.

 Pero asi como las epidemias llegan , asi se van. La gente empezó a adquirir inmunidad natural despues de la infeccion y la vacunación masiva logro reducir la mortalidad y la trasmisión del virus. El virus comenzo a cambiar para adaptarse a nosotros y sobrevivir. Se hizo mas infectante pero menos patogénico, menos letal con cada nueva variante. Repasamos el alfabeto griego para nombrar a cada una de esas variantes. Alfa, Beta, Delta…. y cuando llegamos a Omicrón estabamos saliendo ya de la pandemia para comenzar a entrar en la endemia. El virus se ha quedado con nosotros y es muy probable que vaya a circular por brotes todos los años, asi como ocurre con la Influenza.

 

 Ahora vienen las festividades de fin de año, las primeras desde 2019 en las que todo parece haber vuelto a la normalidad. Sin embargo, las reuniones de fin de año son el momento propicio para que se presente una nueva oleada, aunque muy seguramente por la actual subvariante dominante de Omicrón, que parece ser mucho menos letal. De hecho, desde noviembre de 2022 hemos visto un aumento en el numero de infecciones respiratorias, muchas de ellas seguramente por el coronavirus SARS-COV-2, otras por virus como adenovirus, virus sincitial respiratorio y otras por los coronavirus humanos habituales. No ha sido facil saberlo porque ahora se hacen menos pruebas y el virus ha cambiado y los falsos negativos de estas son mayores ahora. Lo que si parecer ser claro es que no estamos viendo el colapso del sistema de salud como en oleadas anteriores. Disfrutemos y vivamos en familia estas fiestas con moderación y precaución. Quienes tengan sintomas respiratorios no olviden usar cubre bocas, aun es importante tener precauciones en espacios cerrados. Es necesario seguir protegiendo a nuestra población vulnerable. Feliz navidad y próspero 2023.

 

 

 

 

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