Diez mitos en enfermedades respiratorias

Frecuentemente escuchamos a algunas personas emitiendo opiniones infundadas que están bastante arraigadas en las creencias populares acerca de la salud respiratoria y que hemos llamado «mitos en neumología». La mayoría son inofensivas pero otras pueden ser un riesgo para la salud. Aquí vamos a tratar sobre algunas de ellas:

1. «No use oxígeno porque se vuelve adicto». 

FALSO: El cuerpo humano está diseñado para que sus células funcionen con ciertos niveles de oxígeno en la sangre. Cuando el pulmón falla en su función de oxigenador, se producen mecanismos de adaptación para mejorar el aporte de oxígeno a los tejidos, uno de ellos es la vasoconstricción pulmonar para mejorar la ventilación. Esto lleva con el tiempo a falla en la función del ventriculo derecho del corazón. El oxigeno se prescribe con el fin de prevenir que a la ya complicada enfermedad pulmonar del paciente se agregue una insuficiencia cardíaca del lado derecho del corazón.

2. «No use inhaladores porque se le daña el corazón y se vuelve adicto.»

FALSO. En las enfermedades pulmonares el corazón se daña por la razón anteriormente anotada y la misma falta de oxígeno lleva también a que se presente taquicardia y arritmias. Es cierto que en pacientes con enfermedades cardíacas hay que tener precaución con el uso de Salbutamol y otros broncodilatadores por inducir taquicardia, con otros inhaladores como Bromuro de Ipratropio o Beclometasona no se presentan estos efectos y pueden usarse con seguridad. Ningún inhalador causa adicción, no actúan sobre el sistema nervioso central, no son depresores ni estimulantes, son medicamentos que se usan para condiciones crónicas como el asma y la EPOC, que no tienen cura, pero que se pueden controlar. Lamentablemente gran parte de esta creencia tiene su base en la sobre prescripción de inhaladores. Consulte siempre con un experto en enfermedades respiratorias. 

3. «Dejé de fumar y me enfermé.»

FALSO. El consumo de cigarrillos por años puede dañar los pulmones causando EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). A veces coincide que el paciente abandona el cigarrillo cuando empieza a sentir sus primeras limitaciones por falta de aire, lo que empieza a manifiestarse cuando ya hay una pérdida avanzada de la función pulmonar y si esto coincide con una crisis respiratoria infecciosa (algo frecuente en la EPOC), sumado a las sensaciones de malestar, irritabilidad, ansiedad y aumento de peso ocasionadas por el síndrome de supresión por nicotina, pues fácilmente puede hacerse la asociación causal con el hecho de dejar de fumar.

4. «No me vacuno contra la gripa porque la vacuna no me proteje y además produce gripa».

La vacuna contra la gripa está hecha contra el virus de la Influenza, que tiene el potencial de causar complicaciones graves e incluso la muerte en pacientes ancianos o con enfermedades crónicas, pero no es la única causa de infecciones respiratorias. Muchos virus son los causantes del resfriado común y no nos alcanzaría la vida para inmunizarnos contra todos ellos. Por ello siempre podremos tener gripa así nos vacunemos. Hay que decir que las personas mayores de 50 años requieren la vacuna antigripal con virus inactivados con el fin de evitar la aparición de un cuadro gripal después de la vacunación.

5. «Necesito que me de un jarabe para la tos»

FALSO. La tos es un sintoma, un mecanismo de defensa del pulmón, una alarma que indica que algo no está bien. Lo indicado no es tratar la tos con jarabes sino buscar la causa de ese algo que está causando el sintoma. La creencia en la efectividad de los jarabes en las enfermedades respiratorias se origina en que esos fueron los primeros tratamientos que se hicieron para las enfermedades respiratorias.

6. «Yo prefiero las nebulizaciones, los inhaladores no me sirven de nada»

FALSO. El mismo medicamento, liberado a una dosis equivalente tiene el mismo efecto vía inhalada que nebulizada, lo importante aquí es enseñar al paciente el uso correcto de los inhaladores, eventualmente también recomendar el uso de una inhalocamara, aunque esto último no es ya tan necesario con los nuevos medicamentos que traen dispositivos muy fáciles de usar y que suministran cada dosis efectivamente, además si no se tiene precaución especial con la limpieza del equipo, las nebulizaciones pueden incrementar el riesgo de infecciones respiratorias. 

7. «Tengo asma pero no uso inhaladores, me funciona mejor la homeopatía»

FALSO. La homeopatía es inferior a la medicina científica en el tratamiento del asma y sus tratamientos tienen una eficacia similar al placebo. Puede leer más acerca de la homeopatía en el tratamiento del asma para   complementar esta información.

8. «El aire frío (sereno, chiflón, etc) me enferma más de los bronquios».

CIERTO. En pacientes asmáticos no controlados las corrientes de aire frío pueden causar síntomas al inducir broncoespasmo. Son factores agravantes que hay que tener en cuenta, pero no son la causa de la enfermedad y limitar al paciente no es lo indicado. La evaluación cuidadosa con el fin de determinar si el tratamiento se está usando en la forma correcta e identificar si hay otros factores precipitantes es lo indicado. Observar una apropiada higiene respiratoria es un complemento del tratamiento para prevenir síntomas.

9. «Estoy expectorando verde, necesito tomar un antibiótico».

FALSO. La expectoración en las verde o amarillenta es secundaria a la presencia de células inflamatorias en las vías aéreas, neutrófilos en el caso de enfermedades infecciosas o eosinófilos en el caso de las enfermedades alérgicas, o sea no siempre es por infección. Y cuando esta expectoración es secundaria a causas infecciosas, la mayor parte de las veces es por infecciones virales las cuales no requieren antibióticos para su tratamiento, salvo situaciones muy especiales en pacientes inmunosuprimidos. Los antibióticos deben usarse previa evaluación médica para confirmar que existe una indicación. El uso inapropiado de antibióticos selecciona microorganismos resistentes y es un factor de riesgo para el desarrollo de neumonía en pacientes ancianos. La prescripción de antibióticos a cargo de droguistas, frecuentemente estimulada por la industria farmacéutica, debería estar proscrita. La resistencia bacteriana hoy día es un problema grave y el retraso en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con neumonía adquirida en comunidad también es un problema grave. En esta situación siempre es mejor consultar con un experto en enfermedades respiratorias.

10. «Los asmáticos no deben hacer ejercicio».

El asma es una enfermedad inflamatoria en la que las alteraciones pulmonares son reversibles con tratamiento.

Un paciente asmático adecuadamente controlado no debería tener problemas para hacer ejercicio, de hecho ha habido deportistas de alto rendimiento que han sido asmáticos. El objetivo del tratamiento  del asma es el control total de los síntomas y evitar la hiperactividad bronquial inducida por el ejercicio. Esto es muy importante tenerlo en cuenta por los beneficios en la salud asociados con la actividad física, sobre todo en niños porque los padres a veces tienden a restringirles el ejercicio. 

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